martes, 18 de octubre de 2016

Super exceso de publicidad, La isla

Del mismo director de Transformers, Michael Bay, es considerado proclive a estas prácticas empachando sus películas con marcas tan conocidas como Speedo, Puma, Xbox, Aquafina, Calvin Klein, e incluso actores introducidos en anuncios.

La Isla, de 2005, protagonizada por Ewan McGregor y Scarlett Johansson, trata de una especie de campo de concentración cuidadosamente vigilado y controlado lleno de restricciones en el que sus habitantes residen a la espera de ser seleccionados para ir a “la isla”, de la que se habla pero nunca se ve. Ésta isla es la única que no ha sufrido los ataques causados por los efectos contaminantes de un desastre ecológico que acabó con todos los hombres de la tierra, excepto los habitantes de esa zona, casualmente… Temas tan polémicos como la implicación ética de la manipulación genética y la clonación mueven al protagonista a descubrir la terrible realidad en la que se muestra como la riqueza pesa más que la conciencia, y descubre cómo están viviendo engañados con una finalidad en la tierra distinta a la que les están haciendo creer.

Esta película es descrita como homenaje a las películas de ciencia ficción en las que el espectador es “engañado” por una imagen de una sociedad utópica de la que más adelante verá una realidad completamente contraria.

A pesar de haber sido una película que costó 126 millones de dólares, es considerada una de las que más publicidad contiene provocando un “empalagaminento” de marcas que hace que al final parezca más un anuncio de 2 horas que no una película con elementos cuyas marcas se muestran.

Vamos a poner algunos de los 70 mil ejemplos:
- Las bambas Puma que llevan puestas durante toda la película
Chevrolet cuando salen a la ciudad
- La Xbox con la que interactúan estando dentro del campo de concentración cuando pelean virtualmente
- El  buscador MSN cuando van a navegar por Internet
- Y ya el super colmo, el escaparate de Calvin Klein que se encuentran por la calle con la imagen de la protagonista -Scarlett Johansson- en él. Que ya parece querer rizar el rizo a más no poder.

Está claro que las marcas pagan un dineral por aparecer en las películas y que en algunos casos intentan hacerlo de manera sutil sin que moleste al espectador, pero este es un caso de aquellos en el que es demasiado abusar, y demasiado poco casual sus apariciones.

De todas formas, hubiese sido curioso, que siendo una película que intenta reflejar el futurismo de una sociedad amenazada por la humanidad y que lucha por sobrevivir, las marcas podrían haber apostado por elementos mucho más futuristas y extravagantes, porque está claro que en menos de 10 años hemos llegado y pasado de lo que vemos en la película.


P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario