Volvemos con una nueva recomendación, de las que ya llevan mucho tiempo fuera del horno, pero que son como el buen vino; pasa el tiempo y mejora. La ves varias veces, y todavía encuentras momentos que te sorprenden y te dejan mejor sabor de boca.
Hoy le toca el turno a Pulp Fiction. Decimos Pulp Fiction por escoger una Quentin, ese director que tiene la capacidad de ser el más amado y el más odiado a la vez; y ojo, que eso nunca deja de ser bueno. Creemos que esta es de esas películas que todos deberíamos haber visto alguna vez, y hasta nos resultaría raro que llegase alguien a darnos las gracias por haberle descubierto un largometraje tan grande, pero nunca se sabe.
Pulp Fiction es una película de culto, una con esas escenas eternas, pausadas, con un diálogo que nunca deja de avanzar, nunca se para y, sobre todo, cada frase absurda sirve de algo en la trama. Es cierto que Quentin cuida muchísimo los planos, y podría ser eso lo mejor de la mayoría de sus películas; pero lo mejor es el guión, su estructura y cómo consigue mantener el ritmo simplemente haciendo hablar a los personajes.
No creo que sea siquiera necesario explicar un minuto de la película, simplemente volved a verla. Y si no lo has hecho nunca, por favor, deberías haber dejado de leer este artículo hace varias líneas para darle al play de una vez.
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario