viernes, 9 de diciembre de 2016

Epicidad a cámara lenta

Hoy le toca el turno a una película con un director muy ambiguo. Uno de esos directores que ha sido capaz de, para mí, hacer películas especialmente buenas (incluso dentro de mi top5), y películas que odio con todo mi ser. Y la verdad es que me resultar normal si tenemos en cuenta su estilo.

Zack Snyder es muy suyo en la gran pantalla, podríamos decir que, a pesar de no parecerse en nada, tiene un estilo muy Tarantino para dirigir; original y diferente. Y esto no siempre gusta, aunque cuando gusta, gusta mucho. Pero lo más importante es que esto no siempre encaja, y es vital saber cuándo lo hará.

300 es para mí una película muy correcta. Es cierto que no entraría en mi top5 jamás, porque al fin y al cabo no tiene mucho más que una historia épica rediseñada, de las que siempre gustan, pero hace falta tener talento para que esa historia acabe deslumbrando de entre toda la morralla. También es cierto que ese estilo pausado, medianamente oscuro y épico de Snyder encaja a la perfección, y es por esto que la película fácilmente se convierte en una de esas que metes en la lista de "para volver a ver", y difícilmente sale de ahí.

Es lenta cuando lo pide, espectacular cuando lo necesita y, además, juega a la perfección con la mejor cámara lenta de Snyder cada vez que no quieres perder ni un detalle de la acción. Y por si esto fuera poco, el largometraje nos destaca ese guión con narrador interno en cada una de las cámaras lentas, para acompañar a la imagen y subir el nivel de épico a legendario. Un acierto que, desgraciadamente, no siempre vale.



A.

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