jueves, 22 de diciembre de 2016

Pretty Woman, sí.

A pesar de haber pasado ya más 25 años desde su estreno, Pretty Woman sigue batiendo records de audiencia cada vez que es emitida por televisión. Y por supuesto, es un esencial en ésta época en las que queremos creer que los cuentos de príncipes azules y finales felices son posibles cuando es navidad.


A pesar de sus múltiples lecturas en las que se ha dicho que el papel de la mujer queda tachado por ser objeto sexual de hombres millonarios, etc, vamos a pasar directamente a la parte que interesa, las marcas que han sabido aprovechar el momento y situarse en el lugar indicado.


Muchas marcas piensan que en publicidad no todo vale, y rechazaron la oportunidad de hacer product placement en la película por el miedo a que fueran vinculadas con los valores sexistas y indicativos de prostitución de los que la película hablaba.


Vamos a dar nombres:


Porsche y Ferrari rechazaron la oportunidad de salir en la película siendo conducidos por el mismísimo Richard Gere, que hacia el papel de multimillonario buenorro (¡que con los años se convertiría en icono del cine!), dando la oportunidad a Lotus, de poner uno de sus coches, el Lotus Silver 1989 Espirit SE, consiguiendo que sus ventas se triplicaran entre el 1990 y el 1991.
(¡Mal visto Ferrari y Porche! Perdieron una gran oportunidad por ser exquisitos...seguro que más de uno se fue a la calle por la decisión, una pena).


Otros ejemplos de publicidad que vemos en la película, pero a los que no quería dar tanta relevancia,  son casos como Pepsi, la calle Rodeo Drive, en la que se encuentran las tiendas donde los protagonistas compran, el hotel en el que se hospedan, ...

En fin, por muchos años que pasen, será inevitable que cada vez que la pongan en la tele, agarremos la manta y los pañuelos y ¡la veamos! Eran tan jóvenes y guapos...





martes, 20 de diciembre de 2016

Sinsajo: Los juegos del hambre

Según algunos críticos, las BSO de la saga ha ido mejorando según han ido avanzando, dejando por tierra la primera de las películas y salvando a la última de ellas.

La obra musical fue desarrollada por James Newton Howard que parece haber hecho un trabajo algo irregular a lo largo de la saga. Parece que las bandas sonoras funcionan mucho mejor en conjunto, es decir, como si durante la saga se tratase de una banda sonora larga, y en este caso, ha sido considerada un poco caótica, pero que ha conseguido salvar el final.

El compositor demuestra capacidad para dibujar la oscuridad y el drama con la orquesta, con un inicio que tarda en hacernos llegar a la acción hasta que llegamos al “Sewer attack”, y que una vez aquí el resultado es un tema espectacular de acción de más de 8 minutos, en los que la furia orquestal parece salida de una película de terror.  

El resto de las piezas son más atmosféricas y en las que consigue despertar emoción. El conjunto es realmente entretenido e impecable. Lo mejor es simplemente dejarse llevar y disfrutar.


P.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Prisioneros

Nos cuesta mucho decir que ésta va a ser la última recomendación, pero todo proyecto llega a su fin, y aquí acaba una de las secciones del blog. Y como no podía ser de otra forma, le hemos reservado el espacio a una obra de arte capaz de dejar el listón muy alto. Hoy le toca el turno a Prisioneros, un thriller al uso que ha demostrado que la temática sólo está trillada cuando las cosas no se hacen bien.

Prisioneros viene fuerte, empieza fuerte y plantea uno de esos finales que únicamente los que no han prestado atención se atreven a verlo abierto. Una obra de arte que evoluciona al ritmo que merece, capaz de desencasillar al eterno Lobezno Hugh Jackman, y capaz de sacar al mejor Jake Gyllenhaal de todos los tiempos.

Un guión espectacular que te mete de lleno en la historia y te hace vivir la desesperación de ambos protagonistas, y que no te permite saber quién será el malo definitivo hasta el mismo final de la película; pero ojo, sin que ello recurra a giros forzados en el guión.

Si todavía no le habéis dado una oportunidad a Prisioneros, hacedlo. Al menos de esta manera podremos despedir la sección con el mejor sabor de boca posible. Abrazos.


A. 

viernes, 16 de diciembre de 2016

Rompiendo la fantasía

Hoy no venimos con una sola película, al parecer nos está gustando eso de juntar sagas y trilogías; quizás sea por poder soltar mierda y elogios a más cosas al mismo tiempo. Hablemos de epicidad medieval y de uno de los mejores escritores fantásticos de los últimos tiempos, por qué no.

El Hobbit. Para mí, puramente subjetivo como ya sabéis, una de las mejores novelas de aventura fantástica que he tenido la oportunidad de tener entre las manos, y a partir de aquí, su adaptación a la gran pantalla por un director que tiene muchos altibajos. Sí, ESDLA fue una adaptación espectacular. Sí, la primera de la trilogía de El Hobbit fue una adaptación muy espectacular. Pero fuera de lo esperado, los altibajos de Peter Jackson decidieron mandar a tomar por el culo la oportunidad de llevar El Hobbit al Olimpo del cine fantástico.

No sabría escoger los adjetivos positivos para describir lo mucho que me gustó saber que El Hobbit sería una trilogía en lugar de una sola película. Después de ver que ESDLA fue una trilogía especialmente buena que tuvo que ser recortada hasta la saciedad, mi yo imbécil creyó que Peter Jackson sacaría todo el jugo a una novela tan especial en tres películas. Es más, me sería todavía más difícil escoger adjetivos positivos para describir lo bien que me sentí al estar sentado en mi butaca después de ver la primera película de la trilogía. Pero no, este camino de positividad, alegría y grandeza no fue el que escogió nuestro amado Peter, qué va.

Al parecer era muchísimo mejor para los bolsillos de la productora coger la novela, darle treinta y siete vueltas, reescribirla, inventarse las partes que creyeron más comerciales y presentar otras dos películas que poco o nada tenían que ver con la fidelidad de la primera. Una puta mierda, hablando claramente.



A.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Bond, James Bond, una máquina de hacer dinero para las marcas.

Las apariciones de las marcas en las películas no han sido en vano, todas y cada una de ellas, -a parte de haber tenido que soltar un cheque con más ceros que un campo de fútbol-, han contribuido a la formación de la personalidad del personaje e incluso a la historia real de los espías británicos de la época. Si la aparición no tenía concordancia con la narrativa, no iba a salir en la película.

Uno de los casos más notorio fue el caso Heineken, en el que la marca soltó un fajo de 45$ millones de dólares, un tercio del presupuesto de la película, para poder salir en ella. Si tuviéramos que imaginar el diálogo que habrían mantenido los responsables de Heineken con los productores, habría sido algo así: “Open your world”, dice el eslogan  de la marca, “Open your wallet”. habría contestado 007.

Los 90 fue la época dorada del product placement en la franquicia Bond. Las marcas y anunciantes entendieron que era posible colocar su marca en 007 siempre y cuando el cheque tuviese suficientes ceros. Solo en la película Goldeneye, Bond atraviesa con un tanque un camión con un logo gigante de Pierre mientras que Sean Bean compara abiertamente su Omega con el de Bond antes de morir en pantalla una vez más.
Algunos críticos decían que las películas tenían tantas marcas, que la última película de Pierce Brosnan, Die another day, lo retitularon con “Buy another day”.


Es un caso en el que quizás nos hayamos acostumbrado a ver marcas continuamente, pero que estamos tan centrados en la acción, que integramos las marcas en la narración. Hay que decir también que las marcas que aparecen complementan la personalidad del personaje y su estilo gentelman que no se despeina por muchas patadas y giros que dé.